21 May 2019
mayo 21, 2019

FRAUDE EN INCENDIO

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Tuvimos hace tiempo un siniestro de incendio en el que nos contrató el dueño de un local, que lo tenía alquilado a un inquilino donde éste almacenaba pantalones vaqueros. El inquilino acusaba al dueño del local argumentando que el incendio se produjo porque el sistema eléctrico estaba en malas condiciones.

Cuando llegamos al incendio lo que vimos fueron restos mojados de ropa y cajas quemadas, y todo el local afectado por el humo. Reseñamos este detalle porque se debe de tener cuidado a la hora de contratar una póliza de seguros, ya que algunas diferencian entre daños por llama y daños por humo.

Ya detectamos desde un principio que en el siniestro algo olía mal, solo por intuición pericial; cuando vas a un siniestro y está todo demasiado preparado, en vez de esa primera situación que se da en todos los siniestros de nerviosismo y no saber qué hacer. En este caso no era asé, el perjudicado sabia perfectamente los pasos a seguir y toda la información que nos tenia que dar.

Empezados con las labores periciales.Cuando un perito va a un incendio lo que se analiza es :

·El escenario,
·Las marcas de combustión,
·Los vectores de propagación,
·Los posibles focos,
·La ventilación,
·Entrevistarte con los bomberos.

Todo ello para determinar la causa, en el caso que nos ocupa parece que estaba claro se había producido uno de los focos del incendio cerca de unos enchufes, además de ese foco principal había 3 más.

Esto ya supone el primer indicio de fraude; un incendio no debe de tener más de un foco de inicio, esto se ve muy bien en los incendios forestales cuando aparecen varios focos, con esto ya podemos sospechar que es provocado.

Los análisis de muestras no nos daban indicios de acelerantes como puede ser restos de hidrocarburos.

Pero el comportamiento del incendio sí daba indicios que se utilizaron acelerantes, no era un comportamiento homogéneo y lineal sino que era zonal, es decir, zonas del almacén con igual carga de fuego se quemaron de forma distinta. Este argumento en un juicio es muy pobre, porque el comportamiento del fuego se puede ver afectado por ejemplo por una ventana, es decir, que solo teníamos dos argumentos técnicos pobres, el del comportamiento y el de los cuatro focos de inicio.

El cliente que nos contrató, viendo la que le venía encima, contrató los servicios de un detective privado que investiga la vida y obra del inquilino y según el informe que redacta el detective, el inquilino teníia un gran historial de estafas, deudas y timos. No solo era el inquilino a quien investiga, sino que parece ser que es un grupo de gente que ayuda a como se dice en el argot, a «vestir el muñeco«. Es decir, ayuda a crear toda una infraestructura creible de facturas, clientes, tráfico, etc. como si la empresa quemada fuera una empresa normal cuando no es más que una máscara.

Según iba investigando salían más datos del inquilino, tenia incluso un nombre de guerra. Desde el punto de vista pericial no podíamos decir que el incendio era provocado aunque tenia viso de serlo, solo teníamos como argumentos técnicos que el incendio tenia varios focos y el comportamiento del fuego no fue normal. Es decir, nada.

Cuando empezamos con la mercancía afectada, en la misma línea nos presenta facturas de compra de pantalones confeccionados en China con facturas que son reales, pero era curioso que solo había vendido un 5% de lo que había en el almacén, en tres meses de actividad. Esto no concuerda, un mayorista no puede tener la mercancía almacenada tanto tiempo, el negocio es que rote la mercancía y más siendo ropa que se puede pasar de moda.

¿Cómo podíamos rebatir el argumento de la mercancía que el decía que había y lo que realmente había? En un incendio desaparece la mercancía. Pero había algo a favor nuestro, y era que los pantalones vaqueros además de tela tienen componentes metálicos como son los botones y los remaches.

Lo que hicimos fue contar los botones que había en el suelo y lo que quedaba de restos y la diferencia entre lo que se quemó y lo que reclamaba era de mas del 95%.

Desconocemos cómo se resolvió el asunto porque una vez entregado el informe no nos llamaron para ir al juzgado, por lo que suponemos que todo acabó en un acuerdo entre las partes. Lo que si recordamos es que al poco tiempo alguien nos llamó indicándonos que le gustó nuestro informe, y que sería muy posible que le hiciéramos uno mas adelante a él, porque cabía la posibilidad de que pronto se le quemara una nave. A lo cual le respondimos que esa propuesta olía a delito, no dijo más y colgó. En la reunión que tenemos los peritos en el Gabinete comentamos si, por un suponer, un siniestro lo fabrica un jefe de siniestros o un perito, y si, como en el caso que nos ocupa no sale bien, qué le puede pasar a ese profesional… no creemos que ese tipo de gente se ande con chiquitas.

No dude en ponerse en contacto con nosotros para resolver cualquier consulta, estamos a su disposición en el teléfono 94 442 57 90 o en el correo electrónico gpnor@gpnor.com

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