09 Dic 2020
diciembre 9, 2020

Peritaje de violencia de genero.

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INFORME SOBRE VIOLENCIA DE GENERO.

Un abogado nos ha encargado un informe sobre una denuncia de una mujer y su hija contra un jubilado que según ellas en un centro comercial las siguió y les hizo comentarios soeces.En el centro comercial empezaron a gritar y alguien aviso a la Ertzantza que se llevo al jubilado detenido.

Ademas las dos mujeres  fueron al centro de dia que va el jubilado a jugar a cartas y a todos los que allí se encontraban les informaron de la actitud del jubilado.

En la denuncia la Ertzantza no ha visionado las cámaras de seguridad de la gran superficie lo cual todo queda en las afirmaciones de la madre y la hija en contra de la del jubilado.

Como se vera en el informe el jubilado a raíz de este incidente ha quedado bastante tocado

 

INFORME PSICOLÓGICO PERICIAL

 

Identificación

            XXXXXXXXXXXXXXX, de 81 años de edad. Jubilado. Casado, reside junto a su mujer en su domicilio. Tiene dos hijos adultos, que están casados y viven con sus respectivas esposas.

           

Autor

Pablo Fernández Orán, licenciado en psicología por la Universidad de Deusto. Inscrito en el COP (Colegio Oficial de Psicólogos de Bizkaia), con el número de colegiado BI 04047. Informe redactado en Bilbao, a día 3 de noviembre de 2020.

 

Temática

El presente documento consiste en un informe pericial llevado a cabo desde el punto de vista psicológico, que versa acerca de la persona identificada, exponiendo los resultados y conclusiones de la observación llevada a cabo de dicha persona en el transcurso de la entrevista mantenida con la misma.

 

Motivo del peritaje

La razón por la que se redacta este informe, es dejar constancia clara e inequívoca del actual estado de salud mental deXXXXX, así como de la posible influencia del mismo en los hechos que son motivo del actual litigio; y la exposición de los mencionados hechos tal como fueron vividos por su protagonista, además de las consecuencias que éstos han tenido en sus condiciones vitales presentes.

 

Metodología

A fin de realizar este informe, se llevó a cabo una entrevista semiestructurada, con el objetivo de examinar a la persona identificada y certificar su actual estado de salud mental y sus capacidades psíquicas, para conocer por su propia boca y por medio de la observación clínica sus condiciones vitales presentes en los diversos ámbitos de su vida cotidiana. Igualmente, se contó con la asistencia de uno de sus hijos para proporcionar información complementaria en torno a su persona, además de respuestas y valoraciones adicionales que XXXXX, por su actual estado y condiciones, no pudiera ser capaz de proporcionar por sí mismo o bien se precisara una tercera persona para verificar ciertas cuestiones.

Se empleó para ello un formato de entrevista semiestructurado para dotar de mayor libertad de respuesta a la persona identificada y no coartar su narración, de forma que pueda expresar en sus propios términos aquellos datos que revistan relevancia en suestado actual, y una descripción más detallada de sus vivencias pasadas y situación presente.

La entrevista fue mantenida en el despacho de GPNOR S.L. ubicado en la calle Sabino Arana, número 51, 2ª entreplanta de la escalera izquierda, en Bilbao, trasconcertar cita previamente en dicho emplazamiento, de 17:00a 18:00, del día 2 de noviembre de 2020.

 

Historial previo

            Comenzaremos la exposición resaltando que XXXX carece de antecedentes clínicos en lo que respecta al ámbito psicológico. Su actual deterioro cognitivo, visible en algunas parcelas de su desempeño mental cotidiano, es fruto de su avanzada edad y entra dentro de la normalidad, sin que se aprecie sintomatología patológica de relevancia ni ningún elemento que pueda llevar a pensar en la presencia de un cuadro clínico que comprometa su adecuado funcionamiento diario.

Tampoco se han constatado la existencia de antecedentes clínicos en tal sentido (es decir, la presencia de problemas mentales o desajustes emocionales en el transcurso de su vida) con anterioridad a los hechos que en este proceso judicial se dirimen y al momento presente.

 

Tratamiento

Al no sufrir ninguna patología o cuadro clínico que requiera de ello, XXXXX tampoco sigue ningún tratamiento psicológico o psiquiátrico (terapéutico, farmacológico, o de cualquier otra clase) e igualmente declara no haberlo seguido con anterioridad a lo largo de su vida. Su hijo, que le acompañó a la entrevista y con quien se habló también aparte, confirma este hecho.

 

Descripción de la persona analizada

            XXXX es un hombre mayor que en la actualidad reside en su domicilio habitual junto a su esposa. Lleva jubilado varios años, y residiendo en su actual vivienda desde hace mucho tiempo, prácticamente más de media vida, como él mismo explica “desde que sus hijos eran muy pequeños”, cuando él y su mujer se instalaron en la casa que siguen habitando hoy en día. Esto le ha ayudado a ser un hombre acostumbrado a una vida metódica y bastante estable, sin sobresaltos ni conflictos de importancia. Igualmente puede destacarse, como expresión fehaciente de esta estabilidad vital, la rutina que sigue desde que se jubiló: una rutina que le ayuda a desarrollar un desempeño cotidiano bien adaptado, carente de síntomas patológicos o conductas desajustadas.

En el aspecto psicológico, es un hombre bien adaptado socialmente, y en el transcurso de la entrevista mantenida con él, no se apreciaron comportamientos anómalos o discordantes. Sigue adecuadamente el discurso y se encuentra correctamente orientado en el espacio y tiempo. Su memoria a largo plazo está bien conservada, experimentando algunos olvidos en su memoria a corto plazo, un deterioro cognitivo que puede considerarse normal, y que se expresa en la forma de leves despistes, de los que el propio XXXX es consciente. Atendiendo a sus declaraciones, tiene muy buena relación con su mujer y sus hijos, lo que denota una óptima red de apoyo familiar. Asimismo tiene buena relación con sus vecinos y sus amigos, y manifiesta no haber tenido nunca percances interpersonales con ninguno de éstos. Se considera satisfecho con la vida que ha tenido, y también con la que ahora lleva, pero admite que su avanzada edad puede causarle ciertas limitaciones, particularmente en el plano físico, a la hora de desarrollar algunas tareas y actividades, y en menor medida, en el plano psíquico, debido a los despistes antes citados; aunque en general se muestra conforme con sus condiciones vitales actuales.

La vida de XXXX consiste en una serie de actividades diarias sencillas, pero que a él le permiten sentirse realizado y activo, cosa que agradece enormemente y que ve como algo necesario para mantener un buen estado de salud, no sólo mental, también físico, dentro de algún que otro achaque causado por su avanzada edad en este sentido, como la necesidad de pasear una cierta cantidad de tiempo al día para evitar inconvenientes relativos a la circulación sanguínea y que en ocasiones le han causado problemas en los pies. Más allá de tal percance, XXXX no considera sufrir problemas de salud que le ocasionen limitaciones insalvables, si bien admite algunas taras en su movilidad física que le fuerzan a adaptar comportamientos que antaño lleva a cabo sin inconvenientes y que ahora le resultan más complicados. Recientemente se le recomendó que no volviera a conducir su coche, condición que él aceptó de buen grado, al entender que su avanzada edad le haría perder ciertos reflejos y aptitudes de forma progresiva, y que además tampoco precisa de un vehículo propio en sus actuales condiciones de vida. Esta recomendación se le hizo única y exclusivamente a causa de su edad, no como resultado de una limitación constatada.

La vida de XXXX actualmente se centra en esa estable rutina antes mencionada, y a la que parece haberse habituado a la perfección. Por las mañanas, suele salir a pasear con su mujer. Posee una pequeña huerta cerca de su vivienda, en la que ya no lleva a cabo tareas que puedan resultar en exceso agotadoras o estresantes, pero a la que acude de vez en cuando, si la climatología acompaña, para arreglar un poco la hierba y alimentar a algunos animales que tiene allí. Después de comer, por las tardes, acude a un centro de jubilados para jugar a las cartas y disfrutar de la compañía de amigos, algunos de los cuales conoce desde hace muchos años. En meses recientes, debido a las circunstancias actuales respecto a la pandemia, el centro se vio obligado a cerrar, lo que supuso una considerable alteración en la rutina cotidiana de XXXX, que se ha visto obligado a prescindir de una actividad que formaba parte de su vida y que llenaba gran parte de su tiempo libre. Como consecuencia, XXXX hubo de readaptarse, quedando forzado a pasar más tiempo en casa, pero resignado debido a la situación. Muchas tardes también sale a pasear con su mujer, cuando el clima es propicio para ello.

En base a esta rutina, XXXXX ha conformado una existencia más o menos plácida y sosegada, que confiaba en que perdurara relativamente inalterable, hasta que los hechos que a continuación se detallarán, la alteraron.

 

Descripción de los hechos

            Los acontecimientos que originaron el litigio que ha llevado a la elaboración de este documento tuvieron lugar de una forma completamente inesperada para XXXX. Todo empezó en el centro de jubilados al que acudía normalmente, como cualquier otro día. Durante una rifa que se celebró, obtuvo como premio un jamón y lo llevó a un centro comercial próximo a que se lo cortaran y prepararan para su consumo.

En ese momento, se encontró con una mujer: se trataba de una conocida de su esposa, que de hecho conversaba con ella en el centro de jubilados (al que también acude habitualmente la esposa de XXXX), pero con la que XXXX, personalmente, ni siquiera tenía trato, hasta el punto de que no podría reconocerla o identificarla de haberla visto por calle, si ella no le hubiera hablado primero. La mujer iba acompañada de su hija, y comenzaron a hablar con él, a lo que XXXX les respondió sin mayor pretensión que responder a ambas con simpatía. En un momento dado, la conocida de la esposa de XXXX le recriminó que antes las había estado siguiendo por el centro comercial. Esto no era cierto, pues XXXX llevaba sentado aguardando a que le prepararan el jamón desde hacía un rato, pero la mujer continuó acusándole de haberlas estado siguiendo por el centro comercial y de haberlas dirigido comentarios soeces, en particular contra su hija.

Las acusaciones que vertía la mujer acabaron atrayendo la atención de otras personas que se encontraban en ese momento por el lugar, que rápidamente se arremolinaron en torno a ellos, generando una escena que resultó bastante desagradable para XXXXX, que se vio envuelto en un problema que considera que no había provocado. La mujer siguió acusándole a viva voz de que se había propasado con su hija, por lo que alguna de las personas allí congregadas llamó a la Ertzaintza y éstos se personaron en el lugar para abrir diligencias contra XXXX por un presunto delito de coacciones contra la hija de la mujer que le acusaba, por supuestamente haberla dirigido comentarios impertinentes.

La escena que siguió resultó sumamente perjudicial para la imagen pública de XXXX, al que le impidieron abandonar el lugar y que incluso tuvo que escuchar amenazas por parte de una de las personas que le retenían allí. El problema fue que, después de estos hechos, la mujer se presentaría en el centro de jubilados al cabo de unos días, y se encargó de difundir esas mismas acusaciones contra XXXX entre sus conocidos y amigos, causando un importante daño a una imagen ya perjudicada tras los desagradables acontecimientos que tuvieron lugar en el centro comercial.

Aunque en general ninguno de los integrantes del círculo social de XXXX creyó las acusaciones que la mujer vertía y proclamaba en su contra, por considerarlas demasiado insólitas habida cuenta del carácter afable y la personalidad sosegada de XXXX, así como de la excesiva inverosimilitud de tales acusaciones, lo cierto es que la denuncia ya estaba interpuesta y por lo tanto, ya se le había causado un daño a XXXX, que era (y es) consciente de que el tema de conversación emerge periódicamente, y saberse protagonista de un tema así nunca resulta plato de buen gusto, y menos aún para una persona discreta y apacible como lo es XXXX.

Desde entonces, XXXX trata de sobrellevar su vida como mejor puede, intentando no recordar los hechos acontecidos entonces, aunque sin poder evitar recordarlos de vez en cuando, y más recientemente, debido a la proximidad del juicio que tiene pendiente en torno a tales hechos.

 

Consecuencias

Para alguien como XXX, que ya sólo espera que su vida continúe resultando apacible y rutinaria, verse envuelto en estos hechos ha supuesto una fuente de estrés que ha amenazado con desbordar sus recursos psicológicos para hacerle frente con éxito. Entre otras cosas, ha experimentado cierta rumiación y pensamientos recurrentes en torno al tema, al no entender la razón por la que una persona conocida de su esposa y la hija de ésta se han comportado así con él, y le han acusado de un delito que no ha cometido. Estos pensamientos han conllevado que algunas noches no haya podido dormir bien, teniendo problemas para conciliar el sueño de manera adecuada. Una persona de cierta edad tiende a rumiar este tipo de eventos con mayor recurrencia que alguien más joven, con lo que existe un latente peligro a que esta rumiación excesiva pueda conllevar una problemática posterior más potencialmente dañina para su persona, y en particular para su autoestima, que también podría llegar a verse resentida. Además de por la edad, otra razón por la que esta rumiación puede afectarle sobremanera es precisamente por su hasta ahora relativa estabilidad vital: al no haber afrontado nunca con anterioridad un evento de estas características, sus recursos psicológicos para afrontarlo son más escasos. Cuando surge un estresor inesperado, la persona puede carecer de la suficiente experiencia personal para asumirlo con las mismas garantías que otros individuos que hayan enfrentado estresores de índole similar.

Para AXXXX el peor daño ha sido el sufrido en su imagen pública, pues una acusación como la que contra él se ha vertido supone una importante mancha que podría acompañarle durante el resto de su vida. Que la mujer que le acusó de propasarse con su hija se dedicara a repetir estas acusaciones también en el espacio en el que XXX desarrolla su vida social y relacional supuso un duro golpe para su autoimagen, y un mayor menoscabo de su imagen pública, más aún cuando dichas acusaciones no han sido probadas y XXXX no considera haber incurrido en falta alguna, puesto que su comportamiento fue en todo momento correcto con ambas mujeres, y la conversación que mantuvieron en el centro comercial no fue tan prolongada ni tan exhaustiva como para prestarse a que se produjeran los hechos de los que le acusaron, ni sus palabras pudieron revestir tamaña gravedad como para ser merecedoras de tales acusaciones.

Gracias a su buena red de apoyo familiar y social, estas parcelas de su vida no se han visto tan resentidas, aunque persiste en XXXX la continua preocupación de que puedan también verse trastocadas en mayor o menor grado como resultado de estos hechos, puesto que las habladurías suelen perdurar mucho tiempo y XXXX teme que el tema de conversación emerja de vez en cuando, trayendo a su mente malos recuerdos de la situación vivida. A la edad de XXX tener que cargar con una preocupación como ésa, además de la incertidumbre de no saber cuándo podría resurgir este asunto, no resulta positivo para la estabilidad que ha alcanzado en sus últimos años. Otra fuente de preocupación añadida respecto a este tema para XXX es, justamente, la afectación que puede tener para su familia, pues cree que una acusación así también puede dañar su imagen, al igual que la suya propia.

La indefensión que siente ante esta situación le genera una considerable frustración, dado que por un lado no entiende la razón por la que fue denunciado, y por otro, siente que ya ha sido “etiquetado” sin ni siquiera haberle dado ocasión de explicar su versión de los hechos o sin haber tenido en consideración su opinión. Tampoco ayuda el recuerdo del mal momento que vivió el día de los hechos, siendo una situación muy comprometida y en la que se sintió totalmente desamparado y atacado de forma injusta. Él no puede ser responsable de la interpretación que otra persona pudiera haber hecho de sus palabras, que no tuvieron por su parte ninguna otra intención que proseguir una conversación. Por eso le resulta desconcertante que alguien, que para más inri es una conocida de su esposa, le haya acusado de algo tan grave sin motivo. Máxime cuando tal acusación ha causado un severo menoscabo para él, con la consiguiente vergüenza que un asunto así produce, y más para alguien con una imagen (personal y pública) bien definida y asentada tras varios años de pocos cambios vitales, circunstanciales o psíquicos como es el caso concreto de XXXXXX.

 

Conclusiones

Por todo lo expuesto, se considera que XXXXXX es un hombre de vida y costumbres tranquilas, que se han visto severamente alteradas como consecuencia de los hechos en los que ha terminado implicado sin pretenderlo. No comprende que, en caso de malinterpretarse sus palabras, se haya acabado generando una problemática tan desproporcionada, e injusta para su persona. Asimismo tampoco entiende que se haya podido malinterpretar nada de lo que dijo el día en que tuvieron lugar los hechos que se dirimen, dado    que en todo momento se comportó y expresó de forma correcta, sin ninguna intencionalidad dañina o perniciosa contra aquellas con las que conversó entonces, dos mujeres a las que ni siquiera conocía y a las que no habría reconocido si éstas no le hubiesen hablado a él antes.

Por lo tanto, se puede concluir que la intencionalidad de XXXXXX nunca fue ofensiva o con otra pretensión distinta de la de contestar con educación a una persona que se estaba dirigiendo a él, y que si dicha persona pudo malinterpretar sus palabras de algún modo, esta interpretación está fuera del control y de la voluntad de XXXXXX, cuya intención nunca fue aquella por la que se le acusa.

NOTA: El presente informe es el resultado de una evaluación psicológica referida solo a las circunstancias concretas del contexto en que fue solicitado y sujeta a la metodología empleada; por tanto, no debe utilizarse en casos ni momentos diferentes a aquel en el que se circunscribe. Si se produjese una modificación sustancial en alguna de las circunstancias consideradas, se procedería a realizar una nueva evaluación de las personas implicadas.

n Bilbao, a 3 de noviembre de 2020

 

 

col. BI xxxxxxxxxxxxxx

Perito psicólogo

se ha tenido presente lo que indica el Art. 335.2 de la L.E.C.: “bajo juramento o promesa de decir verdad, que ha actuado y, en su caso, actuará con la mayor objetividad posible, tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las partes, y que conoce las sanciones penales en las que podría incurrir si incumpliere su deber como perito”.

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